elCERDITOyLA
CIGÜEÑA
ANÓNIMO
ANÓNIMO
¿Qué queremos trabajar...?
Los amigos, la complementariedad, la realidad de las cosas y, el miedo y la inseguridad.
Cocorota
De infantil a 4º Primaria
Cuando el cerdito Porcio llegó a su nuevo colegio, le dijo a su mamá que no quería entrar. Ella pensó que deseaba seguir de vacaciones y contestó muy seria:
-Porcio, todos tenemos obligaciones: la mía es trabajar y la tuya es venir al colegio a aprender.
Se despidió del cerdito con un beso muy fuerte, pero él la agarró de la manga para que no se fuera.
--Aquí no conozco a nadie.... Son todos muy raros...
Y señaló la fila donde esperaban sus nuevos compañeros: pollos, patos, elefantes, gatos, panteras, ranas... Por fin, mamá comprendió lo que le pasaba: estaba asustado. Siempre había ido a un colegio donde todos eran cerditos como él, y en este había toda clase de animales.
-Este es un colegio mixto al que acuden animalitos de todas las especies -le explicó-. Seguro que aquí aprenderás mucho y harás nuevos amigos.
Porcio no estaba muy convencido, pero se armó de valor y se colocó en la fila mientras su madre le decía adiós con la mano. Una vez dentro de su clase, se sentó delante para escuchar mejor a la profesora. Su compañera de pupitre era una cigüeña alta y esbelta que a Porcio le pareció muy guapa. La maestra era una pantera negra muy elegante y simpática. Nada más verlo, se acercó a su pupitre con la lista en la mano.
--¿Cómo te llamas, cerdito? --le preguntó. Pero la cigüeña contestó antes que él:
-María.
Todos se rieron y la pequeña cigüeña se puso colorada.
-Le había preguntado a tu compañero -dijo la profesora.
-Es que -soy nueva... Y estoy un poco nerviosa, le confesó la cigüeña al cerdito.
-Yo también...
-Eres un cerdito muy simpático.
Porcio notó cómo le subían los colores. Se hicieron amigos y, a la semana siguiente, invitó a María a merendar.
Porcio puso dos platos en la mesa y su papá los llenó de natillas.
--¿Te gustan las natillas, María?
--Me encantan.
--Ya verás qué ricas son estas... Las que hace mi papá --dijo Porcio, y empezó a comer con todas sus ganas. En un minuto acabó con las natillas. Mientras, el pico de María sonaba "clock, clock, clock" contra el fondo del plato.
Pasado un rato, el cerdito observó que María apenas había comido. "Quizá a las cigüeñas no les gustan las natillas", pensó. Y recogió los platos.
Al día siguiente, fue María quien invitó a merendar a Porcio.
-Mi abuela hace una compota muy rica, ¿quieres probarla?
-Sí... A mí me encanta la compota -contestó Porcio.
Mamá cigüeña sirvió la compota en una especie de botellas de cuello estrecho. María metió el pico y comenzó a comer muy deprisa, Pero Porcio no lograba meter el morro en aquella botella tan estrecha. Y cuando le daba la vuelta era aún peor, porque la compota se quedaba pegada en los lados. "Ahora entiendo por qué María casi no comió natillas ayer'", pensó Porcio avergonzado. "Para ella debe ser tan difícil comer en un plato como para mí en una botella."
Quiso disculparse, pero María se había levantado de la mesa. "Quizá está enfadada conmigo, por no haberme dado cuenta", se lamentó el cerdito para sí. En ese momento, regresó María con un gran plato de compota.
—Es para ti --dijo. Y dejó el plato delante del cerdito.
¡Qué gran amiga tengo!", pensó Porcio, mientras se comía la deliciosa compota.
Actividades
1.¿Por qué estaba Porcio asustado? ¿De qué tenía miedo?
2.¿Cómo surgió la amistad entre Porcio y María?
3.¿Qué ocurrió en la primera merienda en casa de Porcio? ¿Por qué María no comió las natillas?
4.¿Qué gesto de María les ayudó a los dos a salvar sus diferencias?
RECURSOS
Cortometrajes
"Cuerdas"
"Ian"