¿Por qué trabajar con cuentos para la adquisición de valores y virtudes?
¿Por qué trabajar con cuentos para la adquisición de valores y virtudes?
Los cuentos tienen un gran valor pedagógico ya que esconden valores, verdades que queremos enseñar, pero no de una forma directa.
En el proceso de aprendizaje hay dos momentos:
Primer momento: El niño que escucha está en receptividad pasiva
Segundo momento: El niño es más que un oyente, pone en actividad sus facultades personales para integrar todo lo que ha escuchado. Es el momento real del aprendizaje
Por otra parte, si al exponer el tema se presenta ya bien resuelto, el niño no sentirá curiosidad por realizar su propia búsqueda personal. ¿Qué tiene que encontrar si ya se lo han dado todo resuelto? Se quedará en ese primer momento del aprendizaje, sin comprometerse en un trabajo personal y activo.
Lo que se pretende es estimular a los niños para conducirlos a un verdadero conocimiento, profundo, personal, de tal forma que se convierta en un bien inalienable para quien lo ha conquistado, al mismo tiempo que respeta a la persona y sus valores morales.
Los cuentos que tienen valores morales detrás ejercen un gran poder sobre los niños. Un relato corto que transmite un determinado valor, es mucho más efectivo para educar a los niños que una larga charla.
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Los cuentos nos presentan esos tesoros como una joya en un estuche, no nos hacen ver de golpe la joya. Nos dan el estuche que “esconde”, “contiene” la alhaja y al mismo tiempo nos advierte que allí está, animándonos a quitar todo lo que la envuelve para llegar a poseerla. Los cuentos con valores nos proporcionan un camino, una guía para buscar la verdad a través de nuestro trabajo personal, nos dejan así, todo el compromiso de la búsqueda y la alegría del progresivo descubrimiento por nosotros mismos.
Pedagógicamente, el cuento no debe ser explicado por el maestro, sino que, a través de preguntas, conducir a los niños para que ellos encuentren su verdadero significado. Por eso, un mismo cuento se puede presentar en diferentes edades ya que cada año pueden descubrir aspectos diferentes y novedosos. No hay que agotar todos los significados, se debe respetar el proceso de asimilación del niño que puede ser lento y diferente cada año. Hay que tener sumo respeto por esta diversidad y ritmo de asimilación.
Los valores son las reglas de conducta y actitudes según las cuales nos comportamos y que están de acuerdo con aquello que consideramos correcto. A través de los cuentos, los niños asimilan de una manera más rápida, práctica y lúdica el verdadero significado de cada valor.
Los valores son guías que nos ayudan a discernir qué está bien y qué no; al tiempo que nos enseñan como relacionarnos con nosotros mismos y con los demás.
Por eso a través de los cuentos podemos trabajar las siete emociones básicas:
tristeza, miedo, asco, ira, alegría, sorpresa y vergüenza.